viernes, 12 de abril de 2013

El pensionado de Neuwelke, José C. Vales

José Marzo:
Esta novela es ante todo un alarde de estética que utiliza ese recurso literario del narrador narrado; técnica ingeniosa que suele dar bonitos resultados. Un pensionado, una instituriz con un secreto que la acompaña y las relaciones que se establecen con el resto de los personajes. Estos están bien definidos y el lector, que se posiciona como observador, empatiza fácilmente con ellos, son activos, participativos en mayor o menor medida de la trama y no atrezzo escénico de relleno. De una indiscutible calidad literaria el autor ha utilizado el estilo y recursos propios de los grandes de la romántica inglesa y alemana del XIX sabiendo reproducir ese movimiento libre pensador que lideró la época, coqueteando sutílmente con elementos de la antropología filosófica masónica -no exclusivos de ella- como la libertad, tolerancia, fraternidad y trascendencia, dando un toque esotérico.
No es una narración lenta pero sí pausada por exigencias de la estética, descriptiva si ser preciosista pero suficiente para una visualización clara, de estructura rigurosa pero sin ortodoxias, y un humor inteligente. Una lectura deliciosa en color sepia -siempre pongo color a mis lecturas- con un final interesante, que el autor ha sabido terminar correctamente. En literatura lo que bien empieza en ocasiones bien acaba.

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