martes, 18 de septiembre de 2012

Tenemos que hablar de Kevin, Lionel Shriver

Emilio Camarasa:
Novela dura. El debate interno al que te ves sometido con esta lectura es doloroso.

Obviamente, el amor de madre no debería de estar por encima de cualquier cosa, pero esta es una de esas situaciones en las que es mejor desaparecer de este mundo siendo un inexperto en la materia.
Lo que queda claro es que socialmente para

bien o para mal, -normalmente suele ser para mal- los padres son juzgados por los actos de los hijos. Siempre aparecerá un resquicio psicológico en el que la culpa recaerá sobre uno de los progenitores o en los dos. Admitir que alguien es malo por definición es acortar el esplendoroso negocio del diván.

“Tenemos que hablar de Kevin” son de esas novelas que no acaban en el punto y final. Siguen y siguen dentro de tu cabeza, haciéndote pensar. Un tocho virtual que se convierte en una alegría para el lector y una pena para las editoriales por no haber encontrado una manera de comercializar esta circustancia. Seguramente el nivel de ingresos por derechos de novelas de este tipo sería mucho más exitoso.

La novela tiene una cadencia lenta al principio, pero una vez que se inicia el despegue -que como todo buen viaje, suele ser rápido- el argumento te atrapa llegando a un sorprendente tramo final, en el que tendremos que decidir a quien queremos más…¿a mamá, a papá…o a Kevin?

Rossana Cabrera:

Es un libro duro. Me hicieron sufrir todos.De a ratos entendì a la madre, de a ratos entendì al niño, y permanentemente me dieron ganas de pegarle cachetazos al padre.Me pareciò muy, pero muy bueno. Y me angustió el final. Eso sì, el libro gana muchìsimo si se lee antes que la película.

Alicia Gorria:
 Si,es durísimo pero muy bueno.

Alicia Magan Calvo:
  Es de esos libros que no deja indiferente a nadie, puede resultar demasiado duro, pero bueno es. La película una caca, gracias que la vi después del libro, si no, igual se me van las ganas.

Lidia Gorena:
 Me gustó mucho, me pareció un libro muy intenso de principio a fin; la autora logra que el interés no decaiga en ningún momento. Para mí, una de las mejores lecturas del año.

Begoña Abajo Amallobieta:
 Buenísimo. Duro, intenso, brutal. A mi me pasó como a ti, Rossana. Entendía más a la madre que al hijo, la verdad, pero lo de los cachetazos al padre lo comparto cien por cien.

Gemma Pallas Bergua:
   La novela es muy buena principalmente porque actúa como revulsivo y remueve por dentro. Pocas veces las novelas llegan tan profundamente. He visto la película y es una desconexión de secuencias que si no has leído el libro, cuestan de entender.

Eva Garrido: 
 Me parece un libro muy duro; hace que una mujer se replantee muchas cosas, y desmantela totalmente el mito de la maternidad que está tan arraigado en la sociedad actual Empiezas a leerlo y no puedes parar, avanzando hacia la barbarie me dejó conmocionada… para matar todo resquicio de instinto maternal, no da puntada sin hilo…. Pocos libros me han impactado tanto como este lo ha echo

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