martes, 6 de marzo de 2012

M'HA POSAT A CENT QUE NO PORTIS CALCES, Marina Martori.



Ricardo Cortat.
Muchas veces nos preguntamos, o nos preguntan, en que nos basamos para elegir un libro. Personalmente, la unión de título y portada, me ayuda mucho.
Una mujer despeinada, un vestido de noche anudado en la nuca, una espalda desnuda, unas piernas de mujer subidas a unos tacones de vértigo, una escalera con peldaños de mármol y la duda de, si bajo esa escueta prenda negra hay o no ropa interior, son casi un empujón hacia la contraportada y la sinopsis.
Aquí el tema flojea un poco. Una novela gamberra, entretenida, para sonreir, para ti que ya tienes 30 y para ti que te gustaría volver a tenerlos. Una historia con sexo, humor salvaje y buen rollo. Demasiados adjetivos y demasiada alegría.
Pero no puedo dejar de pensar en esa espalda desnuda…
… Y en que menos mal que sólo tiene 150 páginas. Si ser gamberro es decir polla y follar sólo para provocar (si, busqué dos palabras con elle simplemente por molestar), dejé de ser gamberro a los 10 – 12 años (aunque he recuperado la sensación hace una veintena de palabras), si volver a tener 30 es morir de un posible fallo hepático, si humor salvaje es humor grueso, el libro desmerece a la portada.
No puedo dejar de oir esos tacones repiquetear sobre el mármol…
… Y que el último capítulo y la manera de contar la relación autor-personaje o como el hecho de escribir se convierte en una catarsis, casi, casi salva el libro.
No puedo olvidar que va sin bragas…
… Lástima que huela a tabaco y apeste a alcohol.


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