martes, 10 de enero de 2012

Crìmenes, Ferdinand Von Schirach

Ricardo Cortat:
Entrar en una biblioteca supone siempre un riesgo. Pero no un riesgo que te pueda poner en peligro, sino un riesgo porque debes elegir. Y muchas veces sin conocer. Es como una velada de esas de “3 minutos para 30”, donde tienes que encontrar a la mujer de tu vida, o de tu noche, en 30 mini citas de 3 minutos.

Eso pasa con la estantería de “Novedades”. Te esperan libros que no conoces y que te entran por la vista, bien por su portada, bien por su sinopsis. Y debes elegir rápido, como si fuera una mini cita.

La primera vez que vi “Crímenes” no me dijo nada. La portada no es llamativa y la contraportada es demasiado elogiosa. 9 referencias periodísticas sobre lo bueno que es el libro pueden ser demasiadas. Son demasiadas.

15 días después el pensamiento fue “dale una oportunidad”. Y decides convertir la “mini cita” en una interesante velada. Luego descubres que está en la lista de los 10 mejores del año y que, aunque no le suena a nadie, esperas que valga la pena arriesgar tu tiempo.

Y sí, vale la pena. 11 historias judiciales. 11 historias de personas que un día cometieron un error, un crimen, un desliz y que tuvieron un abogado, aparentemente honrado, que las representó. Un abogado que ahora, con un estilo directo y sin artificios (sobrio y conciso, dice la contraportada), cuenta las historias de sus clientes. Cuenta los hechos que los llevaron delante del juez. Sin interpretaciones. Sin juicios de valor. Sin exponer nada más que lo que sucedió.

Aunque me queda una duda. Son hechos reales pero ¿son nombres reales? En ningún lugar se aclara, o yo no lo he visto, aquello de “para proteger la seguridad de mis clientes, todos los nombres son ficticios y bla, bla, bla…”

No va a ser el libro de mi vida, y seguramente tampoco el del año, pero estoy muy contento por haber convertido la “mini cita” en velada lectora.

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